: Julia: Había oído hablar de la terapia regresiva desde hace varios años pero siempre tuve miedo de ella, no sé por qué. Como estoy lejos de casa no encontraba a nadie para hacer terapia aquí y lo hice con Leopoldo a distancia y no pude haber elegido mejor guía. En la sesión trabajé la infancia y Leopoldo me hizo algo parecido a una Constelación Familiar, que yo había hecho ya años antes sin resultado, pero como hablando con mis familiares, fue muy hermoso y emocionante. Entendí de dónde venía mi dolor, de dónde venían mis cargas y cómo yo misma había decidido cargarlas. Fue maravilloso y muy muy sanador, tras esto todo ha cambiado ¡¡POR FIN!! no hay NADA como entender. Un gran abrazo y agradecimientos al Maestro.
: R. M.: Solo he hecho una sesión con Leopoldo, he de decir que he trabajado con mucho psicólogos y terapeutas de otras clases y nunca había conseguido nada. Era entrar en una consulta y bloquearme, todo estaba bien y tranquilo en el momento de la terapia. Con Leopoldo fue igual al principio, pero en 40 minutos estaba llorando y sacando todo lo que tenía dentro. Presiona suavemente pero con mucha insistencia, le daba la vuelta a todo lo que decía, a veces con humor otras con contundencia, es como si trabajaras con tres terapeutas a la vez. Si te crees un caso imposible este es tu hombre, yo lo era y ahora estoy empezando a sentir y comprender, me queda camino pero me encuentro muy esperanzado.
: Leire y Sofía: Mi hermana y yo hemos tenido una vida muy difícil, con mucha carencia afectiva y muchos traumas. Fuimos a verle a Madrid y hemos hecho todas las sesiones juntas, una tumbada y la otra como testigo. El trabajo de Leopoldo es espectacular y se ve en las tablas que tiene y en cómo gestiona asuntos muy dolorosos y terribles. Transmite calma y confianza en cada palabra, mucha seguridad y tranquilidad. Con él una se siente segura para enfrentarse a sus demonios. Está atento a cada palabra, cada expresión, cada entonación, es flipante de ver y el resultado lo hemos notados las dos inmediatamente. Perdonas, te limpias de la suciedad del alma y del dolor y como si volvieras a nacer. Inmensamente agradecidas, seguiremos haciendo terapia con él.